DESCRIPCION
• Refuerza la función inmunológica (defensas del organismo)
• Ayuda a la reducción de la oxidación ( antioxidante )
• Reduce el riesgo del cáncer de colon, próstata y similares
• Eleva la energía del cuerpo con reducción de la fatiga corporal
• Vitaliza las funciones circulatorias
Rossatron® posee una fórmula de mezclas herbales que consumida regularmente ayuda a proteger y restablecer las funciones de nuestro sistema inmunológico. Rossatron® esta conformado por 9 hierbas que en una interesante sinergia lograda por su combinación precisa en una solución oral permite al cuerpo una rápida asimilación, por consecuencia de ello se obtiene una mejoría significativa en varias funciones del mismo tales como la oxidación por efecto de los radicales libres, desgaste, malos hábitos alimenticios y una vida sedentaria escasa de deporte y cargada de estrés.
Rossatron® proporciona los elementos herbales necesarios para la reducción de las deficiencias digestivas, circulatorias e inmunológicas que son las que en sus manifestaciones crónicas dan paso a enfermedades degenerativas que derivan en muchos casos en la pérdida de salud. Rossatron® forma parte integral de un estilo de vida saludable ya que depura, revitaliza y desintoxica el organismo. Su formulación contiene minerales, antioxidantes que logran el mantenimiento regular y la atención diaria a la salud, que pueden retardar el envejecimiento prematuro y el surgimiento de enfermedades crónicas.
Recomendaciones:
Una vez abierto, manténgase en refrigeración.
Modo de empleo:
Niños de 1 a 4 años: tomar 1 cucharadita (5ml) en 50 ml de agua, dos veces al día. Niños de 4 años en adelante: tomar una cucharada (15 ml) en 50 ml de agua, dos veces al día. Adultos: tomar 3 cucharadas (45 ml) diluidas en 50 ml de agua, dos veces al día.
Presentación:
Líquido en envase de 1 lt.
Ingredientes principales:
Cuachalalate, Cancerina, Cola de Caballo, Cocolmeca, Hierba del Cáncer, Lima, Naranjo, Tejocote
APOYO CIENTIFICO
El cáncer es un crecimiento tisular patológico originado por una proliferación incesante de células anormales que provoca una enfermedad por su capacidad para elaborar sustancias con actividad biológica nociva, por su capacidad de expansión local o por su potencial de invasión y destrucción de los tejidos adyacentes e inclusive a distancia.
Histológicamente hablando, existen aproximadamente 200 tipos diferentes de cáncer entre los que destacan 3 subtipos principales. En primer lugar podemos mencionar los sarcomas, que proceden del tejido conjuntivo presente en los huesos, cartílagos, nervios, vasos sanguíneos, músculos y tejido adiposo. El segundo tipo lo constituyen los carcinomas que surgen en los tejidos epiteliales como la piel o las mucosas que tapizan las cavidades y órganos corporales como el sistema respiratorio o digestivo o en los tejidos glandulares de la mama y la próstata. Por último, en el tercer subtipo se encuentran las leucemias y los linfomas, que incluyen los cánceres que se originan en los tejidos formadores de las células sanguíneas.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se registran 10 millones de casos de cáncer en todo el mundo y se producen 6 millones de defunciones anuales como consecuencia de la enfermedad. El cáncer es la segunda causa de muerte en los adultos en el mundo occidental.
El cáncer constituye la segunda causa más común de muerte en algunos países. Se estima que en el año 2004 se diagnosticaron en E.U.A. más de 1.4 millones de casos nuevos de cáncer, con más de 560 000 muertes. En el mencionado país, uno de cada 2 (hombres) a 3 (mujeres) individuos desarrollará, por desgracia algún tipo de cáncer durante su vida.
Sabemos que la incidencia de cáncer y la mortalidad derivada de éste han disminuido 1% en promedio anual desde 1992 hasta 2000 en ciertas naciones como E.U.A., con variaciones según el género y la raza. Esta es la primera disminución sostenida durante los últimos 30 años y se atribuye a ciertos cambios en el estilo de vida, así como a mejores prevenciones, detecciones tempranas y tratamientos. Sin embargo, el factor de riesgo más importante para desarrollar cáncer es la edad.
Claro que existen varios factores que aumentan nuestro riesgo de sufrir cáncer. Entre éstos se encuentran las infecciones, la herencia, las radiaciones ionizantes, muchos productos químicos y las alteraciones del sistema inmunológico. El cáncer es, en esencia, un proceso genético. Las alteraciones genéticas se pueden heredar o estar producidas en alguna célula por un virus o por una lesión provocada de modo exterior. Se cree que probablemente una serie de mutaciones secuenciales conduce a la malignización de una única célula que se multiplica como un solo clon.
Estudios recientes nos dan la capacidad de calcular que de un 5 a un 10% de los cánceres tienen origen hereditario. Algunos tipos de cáncer son más frecuentes en algunas familias. Un ejemplo de eso, es el cáncer de mama.
Por otro lado, la evidencia es cada vez más contundente en relación a que algunas infecciones pueden llegar a provocar cáncer, sobre todo cáncer de hígado, cáncer del cuello del útero y cáncer del estómago.
Desde hace años, sabemos que una infección crónica producida por la bacteria Helycobacter pylori puede producir cáncer de estómago. También sabemos que el virus de Epstein-Barr está asociado con un tipo de linfoma, el virus de la hepatitis C con el cáncer de hígado y el virus del papiloma humano con el carcinoma del cuello del útero.
Otro de los factores de riesgo son las radiaciones ionizantes, las cuales son los factores más reconocidos como causantes de cáncer. Las radiaciones pueden tener diferentes orígenes. Su fuente puede ser manipulación de materiales radiactivos, tratamiento de radioterapia, armas nucleares, exposición prolongada a rayos ultravioleta y hasta la radiactividad natural en ciertas áreas. La radiación ionizante es un iniciador de la carcinogénesis.
En la actualidad, existen literalmente cientos de miles de agentes químicos creados por el hombre. Muchos de ellos actúan como iniciadores. A veces con una sola exposición un químico iniciador y luego con la exposición a un químico promotor, puede aparecer el cáncer. Algunos de estos químicos son el humo del tabaco, el alcohol, las dioxinas, las nitrosaminas, el asbesto, el benceno y hasta algunos medicamentos como los andrógenos metilados, la ciclofosfamida, el dietilestilbestrol entre otros.
Los datos retrospectivos indican que la combinación de estrógenos y progesterona administrada a largo plazo como tratamiento de reemplazo hormonal a mujeres posmenopáusicas podría incrementar significativamente el riesgo de desarrollar cáncer mamario en comparación con el tratamiento con estrógenos solos.
La supresión autoinmunitaria puede contribuir al desarrollo de cáncer. Los tumores se desarrollan en virtud de la tolerancia, la capacidad del tumor de escapar a la respuesta inmunitaria del huésped. El sistema inmunitario del huésped no puede reconocer el tumor como extraño debido a la ausencia de moléculas inmunoestimulatorias críticas del propio tumor, lo que origina un estado de anergia hacia el crecimiento tumoral.
Cuando el sistema inmunológico no puede distinguir y destruir a las células malignas, aumentan las probabilidades de sufrir de cáncer. Lo mismo sucede cuando se consumen medicamentos inmunosupresores.
Es indudable que el medio ambiente influye en la etiología del cáncer. Se considera que la influencia del medio ambiente es la causa del 80 % de todos los cánceres. Los hábitos alimenticios influyen en forma muy importante en la aparición del cáncer. Tal vez hasta el 70 % de todos los cánceres están relacionados con la alimentación. Los estudios epidemiológicos muestran que la obesidad es un factor de riesgo para algunos cánceres, así como la duración de la lactancia.
Al conocer los factores que aumentan nuestro riesgo de sufrir cáncer, tenemos la capacidad de tomar las medidas adecuadas para evitar que suframos de esta terrible enfermedad.
Entre los pasos que debemos seguir se encuentran los siguientes: eliminar el consumo de tabaco, controlar nuestra dieta para evitar la obesidad, reducir las calorías procedentes de la grasa a un 20 % de la dieta, reducir el consumo de carnes rojas, aumentar el consumo de fibra y consumir alimentos orgánicos que contienen en forma natural, antioxidantes. No hay que olvidar que debemos limitar nuestro consumo de alimentos ahumados, alimentos ricos en nitritos y el alcohol.
Para la elaboración de medicamentos, la industria farmacéutica ha recurrido a los 3 reinos, animal, vegetal y mineral. En la actualidad, todavía muchos medicamentos convencionales tienen su origen vegetal, tal es el caso de la digitalina, la penicilina y muchos otros.
Algunos investigadores consideran que aproximadamente el 50 % de los fármacos utilizados en la actualidad tienen su origen en el reino vegetal.
Un ejemplo concreto es la vincristina, la cual es un agente antimitótico natural que pertenece al grupo de los alcaloides de la Vinca (vinca rosea) utilizada en combinación con otros agentes antineoplásicos en una gran variedad de enfermedades neoplásicas incluyendo linfomas y leucemias. Esta plantita es muy abundante en nuestro medio. Su nombre común es teresita.
Cuachalalate
(Amphipteryngium adstringens) Es una planta nativa de México donde crece en el trópico. Se conoce por su nombre en Nahuatl; Quauhchalaltl. Según la tradición Azteca, se usa para promover la función del estómago. En forma de té, estimula el apetito.
De acuerdo a la sabiduría Azteca, el consumo regular de esta planta ayuda a mantener un buen estado de salud. Tradicionalmente se usó para el tratamiento de la tuberculosis.
Algunos estudios de investigación básica realizados en la UNAM demostraron que el cuachalalate contiene varios compuestos antimicobacteriales. Dos conocidos triterpenoides y el novedoso producto ácido natural 3-dodecyl-1,8-dihidroxi-2-naftoico (J Pharm Pharmacolog, 2005 Sept;57(9):1117-26, Antimycobacerial agents from selected Mexican medicinal plants).
En la medicina folclórica, el cuachalalate se ha usado para el tratamiento de la colelitiasis, fiebres, heridas, hipercolesterolemia, gastritis, úlceras gástricas y cáncer gastrointestinal (JAOAC Int. 2006 Jan-Feb;89(1)1-7 Quantitative determination of triterpenes from Amphiptherygium adstringens by liquid chromatography and thin-layer chromatography and morphological análisis of cuachalalate preparations).
En un estudio realizado también en la UNSM se demostró que el cuachalalate protege la mucosa gástrica del efecto colateral adverso de un antiinflamatorio no esteroide (J Pharm Pharmacolog. 2005 Dec;57(12):1629-36 Gastroprotection and effect of the simultaneous adminstration of Cuachalalate on the pharmacokinetics and anti-inflammatory activity of diclofenac in rats).
En otro ensayo que llevó a cabo en el Instituto de Química de Ciudad Universitaria, se evaluaron los principios de la corteza del cuachalalate con actividad anti-inflamatoria. Los resultados demostraron que ciertos extractos del cuachalalate sí tienen actividad antiinflamatoria que es dependiente de la dosis. Se notó que los extractos acuosos no tienen esta actividad antiinflamatoria (Phytomedicine. 2004 Jul;11(5):436-45. Principles of the bark of Amphipterygium adstringens with anti-inflammatory activity).
En el Colegio de Postgraduados del Estado de México se hizo un estudio fitoquímico en el cual, nuevamente se ratificaron las propiedades curativas de la planta, entre las que sobresalen su efecto disminuidor del colesterol, su efecto antiulceroso y su efecto antiinflamatorio (J Ethnopharmacol. 1999 Dec 15;68(1-3):109-13. Phytochemical Study of cuachalalate (Amphiptherygium adstringens).
Cancerina
(Hippocratea excelsa) En un estudio que se hizo con 26 plantas medicinales Mexicanas para comparer su actividad antisecretora en la secreción intestinal inducida por toxinas del cólera, La cancerina fue una de las más potentes con unos valores de inhibición que van desde 68.0 hasta 87.6 % (J Ethnopharmacol. 2006 Jan 3;103(1):66-70 Antisecretory activity of plants used to treta gastrointestinal disorders in Mexico).
En el IMSS se realizó una investigación sobre la actividad antibacteriana de algunos extractos de varias plantas medicinales Mexicanas. La conclusión fue que todas las plantas investigadas – incluyendo la cancerina – tuvieron una actividad antibacteriana contra varias bacterias patógenas, tales como Shigella sonnei, Salmonella sp y Escherichia coli. Se demostró que los extractos metanólicos son más activos que los extractos acuosos (J Ethnopharmacol. 2005 Aug 22;100(1-2):153-7 Antibacterial properties of some plants used in Mexican tradicional medicine for the treatment of gastrointestinal disorders). Aparentemente la cancerina puede contener triterpenos fenólicos antioxidantes, así como efectos útiles contra la obesidad y la diabetes.
Otras publicaciones sobre estudios hechos en la cancerina demuestran que esta planta tiene una actividad gatroprotectiva en úlceras (J Ethnopharmacol 2002 Mar;79(3):383-8). Por otro lado, un ensayo realizado en el IPN comprobó la actividad antiinflamatoria de la cancerina en forma de extracto de etanol (J Ethnopharmacol 1995 Jul 7;47(2):85-90 Anti-inflammatory activity of the barck of Hippocratea excelsa).
Los estudios arribas mencionados y algunos que no cito, han corroborado la base científica del uso de la corteza de la cancerina en la medicina tradicional Mexicana.
Cocolmeca
(Smilax spp) Esta planta contiene saponósidos triterpénicos, aceite esencial, colina, sales minerales, taninos y fitosteroles.
La cocolmeca tiene efecto diurético, uricosúrico. Es laxante suave, hipolipemiante, expectorante y antifúngico.
Por lo anterior, es útil como auxiliar en el tratamiento de estados en los que se requiera un incremento de la diuresis. También está indicado en bronquitis, asma, reumatismo y enfisema.
Hierba del cáncer
(Cuphea aequipetala) La Cuphea es un género de plantas herbáceas de bajo crecimiento. Se conocen 45 especies de Cuphea. La planta varía de 20 cm a 4 metros de altura. Es originaria de las regiones centrales de las Ameritas, especialmente México. Es una fuente rica de ácidos grasos de cadena media. La hierba del cáncer contiene 17 aminoácidos.
Se ha estudiado la actividad antiprotozoaria de la hierba del cáncer, especialmente en contra de las giardias y las amibas. Un constituyente conocido como kampferol parece ser el responsable de este efecto terapéutico (Phytother Res 2005 Aug;19(8):725-7 Additional antiprotozoal constituents from Cuphea p, a plant used in Mayan tradicional medicine to treat diarrhoea).
Varias evaluaciones han demostrado la actividad antiviral de esta planta, sobre todo contra el herpes simples tipo 1 y el poliovirus tipo 2 (Fitoterapia 2005 Jun;76(3-4)374-8 Antiviral Evaluation of plants from Brazilian Atlantic Tropical Forest).
La UAM publicó un estudio sobre la hierba del cáncer, la cual sabemos es una planta perene que ha sido usada en la medicina tradicional Mexicana para tratar diferentes tipos de tumores desde tiempos prehispánicos. Pues bien, el estudio corroboró la actividad citotóxica de la planta en ciertos tipos de cánceres. Se encontró mayor actividad citotóxica sobre la línea de células de cáncer de próstata (Proc West Pharmacol Soc 2004;47:129-33 Cytotoxic activity of Cuphea aequipetala).
También otras publicaciones nos hablan de las actividades antioxidantes de la hierba del cáncer (Phytomedicine 2004 Sep;11(6):523-9 Comparative study of radical scanvenger activities of crude extract and fractions from Cuphea carthagenesis leaves). Como es bien sabido, en la actualidad muchos investigadores aceptamos que los radicales libres son los responsables de casi todas las enfermedades degenerativas crónicas.
La hierba del cáncer tiene aparentemente un efecto reductor del colesterol, antihipertensivo, vasodilatador entre otros.
Lima
(Citrus lima) El pericarpio contiene pineno, limoneno, terpinol, canfeno, felandreno, cumarinas, flavonoides, carotenoides, mucílago y vitamina C. Por otro lado, la pulpa contiene pectina, azúcares, ácido málico, ascórbico y también flavoinoides.
Desde el punto de vista farmacológico, la lima tiene una acción antiséptica, carminativa, diurética. También tiene efecto venotónico y vasoprector. La pectina tiene un efecto hemostático local, antidiarreico y protector de la mucosa gastrointestinal. Es antianémico, antipirético, analgésico y remineralizante.
Entre las indicaciones de la lima tenemos las siguientes; flebitis, hemorroides, várices, hipertensión, arteriopatías, enfermedades donde se requiera aumentar la diuresis como mencionaré cuando describa a la cola de caballo. También la lima es útil para la gripa, las dispepsias, los vómitos y la diarrea.
No se recomienda su consumo durante el embarazo, ni la lactancia.
Naranjo
(Citrus sinensis) Las flores y las hojas del naranjo contienen aceites esenciales. La pulpa contiene ácido orgánicos (cítrico, málico, ascórbico) y azúcares. Y el pericarpio contiene, además de aceite esencial, cumarina y pectinas.
Las partes utilizadas del naranjo cuentan con varias actividades farmacológicas entre las que destacan una acción sedante, espasmolítica, estimulante del apetito, reductor de la flema, actividad vitamínica, laxante, antidiarréica, hipocolesterolemiante, venotónica y vasoprotectora.
Los efectos farmacológicos mencionados arriba, permiten que la lima esté indicada en caso de ansiedad, insomnio, espasmos, várices, flebitis, hemorroides, dispepsia y estrñimiento.
El consumo de la lima durante el embarazo y la lactancia y en niños está contraindicado.
Tejocote
(Crategus pubescens). Los estudios muestran que el tejocote contiene flavonoides, aminas, ácidos fenolcarboxílicos, aceite esencial y triterpenos.
La investigación básica del tejocote ha encontrado que tiene una actividad cardiotónica, es ligeramente diurética, es relajante muscular y antiespasmódica.
El consumo por vía oral del tejocote está indicado en casos de arritmias cardiacas, hipertensión arterial, espasmos vasculares, distonía neurovegetativa, indigestión, enteritis, úlceras por estrés.
No se debe consumir el tejocote durante el embarazo ni la lactancia.
Zarzaparrilla
(Smilax officinalis) Los exploradores españoles descubrieron la especie del Caribe de esta planta que es espinosa (zarza), jugosa (parra) y pequeña (illa). Los indios usaban esta planta para tratar enfermedades de la piel, alteraciones urinarias y conservarse joven y fuerte. En el año 1530 se comenzó a enviar zarzaparrilla a España para usarla en toda Europa contra la sífilis.
En la actualidad, se usa como remedio folclórico contra la psoriasis y otras enfermedades de la piel, la artritis reumatoide, problemas renales, para mejorar el rendimiento de los atletas, como diurético, antipirético y otros padecimientos.
La zarzaparrilla contiene saponinas y otros compuestos incluyendo cuercitina y fitosteroles. Las saponinas tienen efecto diurético, diaforético, expectorante y laxante. Esta planta puede mejorar el apetito y la digestión.
Cola de caballo
(Equisetum robustum). Esta planta medicinal contiene sales minerales, un saponósido conocido como equisetonina, taninos, flavonoides, vitamina C, manitol, inositol, ácido caféico y trazas de alcaloides como espermidina y nicotina.
La cola de caballo tiene una acción farmacológica diurética. Gracias a que contiene muchas sales silícicas, la cola de caballo tiene propiedades remineralizantes y contribuye al mantenimiento de la substancia fundamental del tejido conjuntivo. Incrementa las defensas inespecíficas del organismo. También es antidiarreico, hemostático por vasoconstricción local y cicatrizante.
Por vía oral el uso de esta planta medicinal está indicado en anemia, reumatismo, consolidación de fracturas, osteoporosis, convalecencia, astenia. También está indicada en aquellos padecimientos donde se requiera un aumento en la diuresis. Tal es el caso de las afecciones genitourinarias, cálculos renales, gota, hipertensión arterial. Otras indicaciones son dismenorrea, metrorragias, epistaxis.
El consumo de la cola de caballo está contraindicado en el embarazo, la lactancia, gastritis. Se debe tener precaución en pacientes con deficiencia de tiamina, nefropatías, cardiopatías y se recomiendan tratamientos cortos.